Reflexiones musicales

La música engancha, flipa, presta, emociona, ... ¡mola! A todas horas, en cualquier lugar, para cada situación. Por supuesto.

¿Pero por qué?

¿Qué tienen unas ciertas variaciones de presión en el aire, que cuando llegan a mis tímpanos... me transportan? ¿Será cierto eso que dicen los filósofos de que el arte produce en el hombre una fugaz intuición de la belleza y de la misteriosa unidad de las cosas?

Y sin embargo...

No es sólo arte, también es un refugio. Conecto el walk-man y desconecto del mundo. Estoy a mi bola. La realidad flota alrededor, pero no me alcanza. Luego también es evasión.

Y compañía. Estoy solo y pongo música. Me acompaña. Borra el silencio. No sé qué hacer en silencio. Y pongo música. Siempre.

Por supuesto, también me define. Me gusta Oasis. Pertenezco a ese montón de fans de Oasis. Estoy integrado. Hablaré de mi grupo, lo defenderé, me aprenderé sus biografías, sus gustos, sus discos, sus canciones. Hasta el más mínimo detalle. Disfruto hablando de ello. Y disfruto con quienes lo disfrutan. Socializa. Aúna.

Seguiremos investigando... y se admiten comentarios.